EL CABALLO

El hombre arcaico vio en el caballo solo una especie de almuerzo galopante conseguible mediante trampas o flechas. Pero un día, habiendo logrado confeccionar largas sogas de cuero de vaca o de caballo, consiguió sujetarlo sin herirlo y terminó amansándolo. Devenido jinete, el hombre se sitió como un soldado raso subido a capitán o un sacristán a cura. Y mucho más todavía: se hallo ascendido a semidiós. Las distancias se le entregaban sumisas. Todo esto para no contar la dilatación del horizonte y también del espíritu. El hombre comenzaba a ser, como el pájaro, un hijo de la tierra y del cielo a la vez. Un ahijado del viento que agilizaba su sangre y dilataba sus bofes, y ponía en sus flancos como un batido y un susurro de alas.
No hay duda que el caballo está entre las formas más esculturales y dinámicas a la vez de la Naturaleza. Su avance se parece al torrente y su salto al arcoiris. Su cabeza es tan altiva como la del águila y su cuello recogido recuerda al del cisne y su melena a la del león. La cadencia de su galope sugirió el de la cuarteta: Oh Pegaso, su relincho, labrado en plata, despierta todos los ecos de la tierra y el cielo.
El haberse adecuado a todas las enseñanzas o caprichos del hombre dice del parentesco de su inteligencia y la nuestra y de la plasticidad de su índole. Identificado casi con su amo, llegó a esfuerzos dignos de la crónica de la historia.
El caballo, afortunada o desgraciadamente, ha desempeñado un papel decisivo en la expansión del hombre y de la civilización, en la mezcla fecunda de pueblos y culturas, pero también en la destrucción de unos pueblos por otros.
En la pampa india, tan sobrada de arena y sal como escasa de agua y hierbas, el caballo era escaso. Por esto y porque el indio debió trocarlo en un arma sagrada para defender su supervivencia y su libertad, se vio obligado a cuidarlo como a la niña de su ojo. Digo amansarlo, aguerrirlo y educarlo con maestría que no igualó nadie. Podría trotar sesenta o setenta leguas, sin rodar nunca, comiendo mal o no comiendo, bebiendo aguas infectas o salobres y olvidado del cansancio como de una deuda vieja o correr boleado o sobre médanos.
Tan abierto de inteligencia como sensible en la boca y de elástica resistencia, al hambre y la sed, el frío, el calor y la fatiga, el buen caballo hubiera tenido suerte menos negra si el hombre no fuera un explotador tan urgido como bizco y brutal.Los indios pampas demostraron que el caballo puede ser adoctrinado a la perfección sin más que una ligera correa entre los dientes, la presión de las piernas o el movimiento y la voz regidora del jinete. Todo ésto lo expresa Luis Franco, en su libro Zoología de Bolsillo.-
Muchos caballos fueron famosos por sus dueños o hazañas, reales o fantásticas, es así que tenemos a:
Pegaso: el caballo blanco y alado de la Mitología Griega
Janto y Balio: los caballos de Aquiles.
Bucéfalo: el caballo negro azabache con una estrella en la frente, de Alejandro Magno.
Strategos: significa “General”, el caballo negro azabache de Aníbal.
Incitatus: significa “Impetuoso”, el caballo de Calígula.
Genitor: significa “Creador”, el caballo de Julio César.
Lazlos: el caballo del desierto, de Mahoma.
Babieca: el caballo del Cid Campeador.
Rocinante: el caballo de don Quijote de la Mancha.
Relámpago: el caballo del Llanero Solitario
Marengo. El caballo de Napoleón.
Grano de Oro: el caballo de Pancho Villa.
As de Oros: el caballo de Emiliano Zapata.
Palomo: el caballo de Simón Bolívar.
Morito: el caballo del General José Gervasio Artigas.

Y en cuanto a las razas por citar algunas, tenemos:
El caballo criollo, desciende de los caballos traídos por los ibéricos en la época de la conquista, los que luego, por selección natural, se adaptaron al medio ambiente americano.- Se caracterizan por su rusticidad, energìa y cualidades para el trabajo.-
Pony Shetland, es el más pequeño de todos los caballos.- Es resistente, dócil y fiel.
Pura Sangre, es un caballo angloárabe. Se caracteriza por su velocidad, resitencia y espíritu de lucha.
El caballo Arabe, su nombre indica el origen. Se caracteriza por su porte alto y distinguidamente arqueado. Presenta una imagen de elegancia, belleza y equilibrio.
Cuarto de Milla, proviene de los EEUU , traídos por los colonos ingleses.- Se lo conoce como “el caballo más versátil del mundo”.-


Ofelia Alonso Laguillo